miércoles, 2 de septiembre de 2015

Reto: tres días de frases favoritas 2/3

Bueno pues aquí estoy otra vez con esto del reto jejeje.

Y como me tomé la libertad de aprovechar la ocasión para contaros (o recordaros) "La historia de Pepe", hoy no iba a ser menos, así que hoy os dejo un relato del libro de Jorge Bucay "Déjame que te cuente...", un relato con un mensaje muy positivo y precioso para cuando lo vemos todo demasiado difícil, para cuando pensamos que no podemos seguir adelante...

Las ranitas en la nata

Había una vez dos ranas que cayeron en  un recipiente de nata.
Inmediatamente se dieron cuenta de que se hundían: era imposible nadar o flotar demasiado tiempo en esa masa espesa como arenas movedizas. Al principio, las dos ranas patalearon en la nata para llegar al borde del recipiente. Pero era inútil; sólo conseguían chapotear en el mismo lugar y hundirse. Sentían que cada vez era más difícil salir a la superficie y respirar.

Una de ellas dijo en voz alta: - “No puedo más. Es imposible salir de aquí. En esta materia no se puede nadar. Ya que voy a morir, no veo por qué prolongar este sufrimiento. No entiendo qué sentido tiene morir agotada por un esfuerzo estéril”.

Dicho esto, dejó de patalear y se hundió con rapidez, siendo literalmente tragada por el espeso líquido blanco.

La otra rana, más persistente o quizás más tozuda se dijo: - “¡No hay manera! Nada se puede hacer para avanzar en esta cosa. Sin embargo, aunque se acerque la muerte, prefiero luchar hasta mí último aliento. No quiero morir ni un segundo antes de que llegue mi hora”.

Siguió pataleando y chapoteando siempre en el mismo lugar, sin avanzar ni un centímetro, durante horas y horas.

Y de pronto, de tanto patalear y batir las ancas, agitar y patalear, la nata se convirtió en mantequilla.

Sorprendida, la rana dio un salto y, patinando, llegó hasta el borde del recipiente.

Desde allí, pudo regresar a casa croando alegremente.


Y la frase que saco de este relato es "vamos a convertir la leche en nata, y la nata en mantequilla"

Además como bien dice Jorge Bucay, "los cuentos nos sirven para dormir a los niños, pero también para despertar a los adultos"

Allá va... le envío el reto a mi querida Ratita del blog ¿Y si no llega qué?

No hay comentarios:

Publicar un comentario